Decenas de miles de sudafricanos de todas las razas y cientos de mandatarios, entre ellos los de Estados Unidos y Cuba, que se dieron un histórico apretón de manos, despidieron el martes a Nelson Mandela.
A su llegada al estadio de Soweto donde se rendía homenaje a Mandela, fallecido el jueves a los 95 años, el presidente estadounidense, Barack Obama, estrechó la mano de los demás invitados, entre ellos el líder cubano, Raúl Castro, con el que también intercambió algunas palabras.
Unas 55.000 personas asistieron al acto, pero se mostraron más festivas y bulliciosas en los alrededores del estadio y en los pasillos, a resguardo del frío, que en las gradas.